Con éxito se realizó el VII Festival de Música Barroca de Iquique


 La cita combinó himnos del barroco inglés, piezas de autores no tan difundidos y selecciones de “El Mesías” de Haendel, en una de las iniciativas artísticas más atractivas del norte del país.
   A pesar de coincidir sus dos fechas (30 de noviembre y 1 de diciembre) con la cruzada solidaria de la Teletón, el Festival de Música Barroca de la ciudad de Iquique logró una alta respuesta del público. Este evento, que se realizó en su séptima versión, contó con la participación de la Orquesta Barroca de la Universidad de Viña del Mar (UVM), el Coro de Cámara del Teatro Municipal de Iquique y el Coro de Voces Blancas del mismo establecimiento.
  En una ciudad donde no existe ninguna agrupación orquestal estable, este festival se ha consolidado como uno de los principales eventos de la oferta cultural del Norte Grande. Estando inactivo el tradicional Teatro Municipal de la ciudad, se ha llevado a cabo en seis de sus siete versiones, en el edificio de la ex Aduana del puerto, que hoy funciona como centro cultural.
  El artífice de este proyecto es el músico Gonzalo Calle Recabarren, quien además de ser un gran gestor, es un sólido director arriba del podio. Bajo su batuta, la programación resultó de gran variedad, aunando a nombres ineludibles del período barroco con otros más rebuscados. A eso se sumaron himnos tradicionales ingleses y villancicos navideños.
  La Orquesta Barroca de la UVM, cuyo director artístico es el flautista y también integrante del conjunto Congreso, Hugo Pirovich, respondió de manera disciplinada. Se trata de un conjunto altamente especializado, con viola da gamba y guitarra barroca incluidas. Ciertas faltas de sutilezas se ecucharon en algunos pasajes, pero a nivel general se trata de músicos cuya interpretación posee carácter y actitud. La dirección general de Calle fue clave en estos resultados. Lo mismo podría decirse de los conjuntos vocales, que tuvieron su mejor desempeño en los himnos anglicanos del barroco inglés ofrecidos.
  El evento también contó con la participación de solistas vocales. La contralto Ana Navarro brindó un emotivo “Lamento de Dido” (de “Dido y Eneas”) de Henry Purcell, mientras que la soprano Johanna Medina tuvo a su cargo uno de los puntos altos del encuentro con un aria de la ópera “L’Olimpiade” de Antonio Vivaldi.
  La cercanía con la Navidad justificó la inclusión de varios villancicos tradicionales, donde se pudo notar que algunas de las muy jóvenes integrantes del Coro de Voces Blancas poseen bastante potencial vocal. Pero lo más contundente del festival fue una selección de “El Mesías” de Haendel.      Los corales seleccionados sonaron con gran fuerza, sin duda, el sello que el director quiso imprimirles. Un toque de profundo compromiso religioso que alcanzó su punto climático en el famosísimo “Hallelujah”, que inevitablemente sirvió como encore al final. Es de esperar que en algún futuro, la ciudad de Iquique pueda contar con una agrupación orquestal propia que venga a enriquecer la vida artística de la capital de la Región de Tarapacá.

Álvaro Gallegos M.
02/12/2012

Adeste Fideles. Villancico.

Diario La Estrella de Iquique. 03 12 2012